Gracias a todos por su participación al final fuimos 15 vehÃculos si no estoy mal. La carnita estuvo muy rica y muchos disfrutaron de que era "all you can eat". Y el chapuzón en la cascada, no digamos, ya que algunos se quedaron bañando hasta la 1am. El pobre Julito se quedó varado con todo su familia debido a que le explotó su baterÃa cuando hizo corto circuito el cable del winch. Lo peor es que se quedó donde no habÃa señal de radio y apenas de celular y nosotros estábamos donde no habÃa señal de celular. Afortunadamente la cabrita logró señal por un momento y solo con speakerphone porque si lo movÃa perdÃa señal. Entonces de inmediato se formó una comitiva integrada por Karl, La Cabra, Steve y no se quienes más y regresaron a buscarlo y le pasaron una de las baterÃas de Karl. Como se tardaron tanto y el cambio de baterÃas hizo que Karl se quedara sin radio, nos estábamos preocupando de nuevo y ya se estaba formando otra comitiva para ir a buscar a los que habÃan salido primero a rescatarlo. Afortunadamente justo antes de que salieran, alguien logró contactarlos y nos informaron que estaban bien y que no era necesario que fuera alguien más. Cuando finalmente llegaron nos contaron la gran aventura de que Julio habÃa pedido una grua, pero la grua se quedó atascada con el eje trasero y el tanque de combustible trabados, entonces luego de ponerle la baterÃa a Julio fueron a rescatar a la grua, donde hasta un strap se rompió! Como ya habÃan arreglado el carro de Julio, ya no fue necesario que se regresara en grua y el y su familia continuaron la aventura. Llegaron al campamento donde fueron recibidos muy amenamente por todos y nos contaron su aventura de la impotencia de estar varados sin poder contactar a nadie y con la gente que pasaba, ya que pasó una señora a punto de dar a luz y a Julito casi le toca atender el parto alli . Gracias a Dios todo salió muy bien y Julio y fam están sanos y salvos.
Luego, hoy, todo mundo de nuevo a disfrutar de la cascada y de las pozas que se formaban arriba. Guardamos campamento y salimos rumbo a la finca de los MarroquÃn y tuvimos una ruta bonita pero no extrema, donde el mayor obstáculo era cortar las ramas que no permitÃan que pasaran los más altos. Hubo amenazas de lluvia, pero lamentablemente no llovió. Al final llegamos a la finca y nos comimos los últimos pedazitos de carne que habÃan sobrado.
Espero que todos se la hayan disfrutado y nos vemos a la próxima.