como la recibi la transcribo
a mi me parece acertada.
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Esta carta fue enviada a los periódicos. Pero como no hay ninguna seguridad de que la publiquen, se las mando para que la lean al menos Uds. y las personas a quienes se la reenvÃen.
Rafael Fonseca Corzo
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ExcelentÃsimo señor Presidente de la República:
Con todo el respeto que merece el alto cargo del que Ud. ha sido investido, me permito darle una despedida hoy que entrega el cargo que en mala hora le entregamos los guatemaltecos ingenuos.-
Me despido con mucho agrado de su desgarbada figura que gracias a Dios ya no veré tan seguido. Esa figura flacucha y media curcucha, fiel reflejo de la debilidad de carácter y hombrÃa que siempre le caracterizó. Esa deslucida figura siempre acompañada de la figura cuadrada y recia de su esposa, que sin ningún recato hizo evidente durante su perÃodo, que era ella quien gobernaba y que Ud no pasaba de ser, no el caballero de la triste figura, sino el pobre diablo de la ridÃcula figura. Me despido, pues de esa opaca e insignificante figura, con la triste certidumbre de que no podré despedirme igualmente de la agresiva y desagradable figura de quien fuera su señora esposa, a quien Ud. ya no le sirve para sus ambiciones polÃticas personales y quien, -siempre al mando de esa horda de politicastros inmorales, ambiciosos y ladrones que hábilmente maneja- buscará otra figura inmoral, vacÃa y falsa, como la de Manuel Baldizón , para mantenerse en primer plano, y lograr al fin el más loco y delirante de sus sueños: llegar a la Presidencia…
Me despido de Ud. señor Presidente y me pregunto y le pregunto a Ud. si se atreve a ver para atrás y contemplar sin remordimiento y vergüenza, todo el perjuicio que le causó a nuestra pobre patria, gobernando sin ningún rumbo positivo, sino únicamente sosteniéndose en el poder rodeado y apoyado por una gavilla de polÃticos sinvergüenzas , hipócritamente estafadores unos y descaradamente ladrones otros, en contubernio con el narcotráfico y el crimen organizado, pero todos convenientemente útiles para el continuismo en el poder que fraguaban Ud. y su ex esposa.
Me despido de Ud. Señor Presidente, y no se me ocurre ninguna fórmula de despedida correcta, de acuerdo con el debido protocolo. Únicamente se me ocurre parafrasear a Gómez Reverte al despedir al Presidente de España, y decirle con toda sinceridad: ¡Maldita sea su estampa!
Guatemala, 15 de Octubre de 2011
Rafael Fonseca Corzo
A-1 --- 191224