Pues les cuento que no nos fue tan mal después de todo. Intentamos subir al arenero, pero como bien nos dijeron, el arena golpeaba demasiado, y especialmente el carro de Adrián que no tenÃa puertas. Como llevaba a su hijo, optamos por regresar al punto donde saludamos a todos los que regresaron. Alli pudimos hacer un churrasquito "calidá" y nos la pasamos muy bien hablando de carros y 4x4, y esta es la hora en que regresamos. Lástima que no se quedó nadie más.
Aquà algunas fotos:
Yo ni el tacuche me pude quitar de la boda: